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La tasa de mortalidad aumentó en decenas de países en las que se administró la vacuna contra la covid-19.
Conclusión:
Ningún dato indica que la mortalidad haya crecido por las vacunas de la covid-19.
Gerardo Domínguez y Jorge Ocaña
EFE Madrid |
Las vacunas contra la covid-19 no han contribuido a aumentar la tasa de mortalidad en más de medio centenar de países, a pesar de lo que aseguran falsamente mensajes en redes sociales que se basan en un artículo que no aporta prueba alguna de estas afirmaciones.
Publicaciones difundidas en plataformas como Facebook y X (anteriormente Twitter) aseguran que un supuesto «estudio» ha concluido que la «inoculación de la vacuna contra la covid-19» ha aumentado el número de defunciones en la mayoría de los 63 países «cuyas tasas de mortalidad no aumentaron en 2020», año en el que se inició la pandemia.
Estos contenidos adjuntan como prueba un artículo de la página donde se ha realizado el presunto estudio, el cual concluye que en los países que realizaron campañas de vacunación masivas se observó un aumento de la mortalidad en los años 2021 y 2022 en comparación con aquellos en los que su población no se vacunó.
Las vacunas no han incrementado la tasa de mortalidad
Ningún dato indica que la mortalidad haya crecido por las vacunas de la covid-19, cuya seguridad ha sido avalada por numerosas organizaciones, estudios y expertos consultados por EFE Verifica, sin que hasta la fecha se haya constatado que causen un riesgo grave para la salud.
Asimismo, el artículo en el que se basan los mensajes engañosos no aporta ningún dato fehaciente que confirme que estos fármacos hayan provocado un aumento de la tasa de mortalidad.
Organismos oficiales como la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) o el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) indican que las distintas vacunas fueron autorizadas una vez se determinó que cumplían con los criterios de calidad, seguridad y eficacia.
En este sentido, la EMA recuerda que los preparados se «probaron en decenas de miles de participantes en ensayos clínicos» para confirmar que cumplían con estos requisitos. Este organismo y los países de la Unión Europea se encargan de «monitorizar constantemente» la seguridad de las vacunas anticovid aprobadas por el bloque comunitario con el objetivo de «garantizar que cualquier posible riesgo se detecte y gestione lo antes posible».
«La gran mayoría de los efectos secundarios conocidos son leves y de corta duración. Pueden producirse efectos secundarios graves, pero son muy poco frecuentes. En muy pocos de estos raros casos se han notificado desenlaces mortales», agrega la EMA en el apartado de su web sobre la seguridad de la vacuna.
En la misma línea, la OMS recalca que el resto de autoridades nacionales y la propia organización «se mantienen en vigilancia para registrar y determinar la gravedad de todas las presuntas reacciones adversas». Así, realizan «periódicamente evaluaciones y estudios clínicos con el fin de obtener información actualizada sobre la seguridad y la eficacia».
Asimismo, diversos estudios realizados desde que comenzó la vacunación acreditan la seguridad de estos fármacos (1, 2, 3).
20 millones de vidas salvadas por las vacunas
Por su parte, Alfredo Corell, inmunólogo y vicerrector de la Universidad de Valladolid, asegura a EFE Verifica que no se puede atribuir a las vacunas de la covid este exceso de muertes.
En este sentido, pone como ejemplo que el aumento de 32.963 en el número de fallecidos en España en 2021 en comparación con 2019 no se debe a la vacunación, si no a la aún virulenta presencia de la covid-19 en España.
Por lo que respecta a las vidas que salvaron gracias a las vacunas, el informe El impacto global del primer año de vacunación de la covid-19: un estudio de modelo matemático publicado por la revista científica The Lancet, estima que estos fármacos alteraron sustancialmente el curso de la pandemia, evitando casi veinte millones de fallecidos en todo el mundo durante su primer año de administración. La OMS calcula que en ese mismo período de tiempo se produjeron unas 14,4 millones de defunciones por esta enfermedad a escala global.
Sin pruebas que relacionen la mortalidad con las vacunas
Y en contra de lo que afirman los mensajes engañosos, el artículo difundido en redes sociales no prueba que las vacunas hayan causado un aumento del número de muertes en aquellos países cuya población ha sido inmunizada con estos fármacos.
El autor de la publicación, que extrae los datos recopilados por el medio Expansión, contrapone las tasas de mortalidad de varios países en los años 2020, 2021 y 2022 con el porcentaje de población inmunizada como forma de correlacionar estas inyecciones con ese supuesto aumento.
Sin embargo, según estos mismos datos, en algunos países con un alto porcentaje de personas con la pauta completa -como Israel o Islandia- ese incremento ha sido nulo. Tampoco aporta ningún otro dato o prueba que corrobore la asociación entre los preparados contra la covid-19 y la mortalidad.
Por otro lado, el artículo también exagera los incrementos de la tasa de mortalidad de los países: por ejemplo, en el caso de Chipre, se recoge que el aumento fue del 11,11 % en un solo año, aunque en realidad fue tan solo del 0,80 por cada 1.000 habitantes. El mismo patrón se observa en el resto de naciones que se mencionan.
Un conocido negacionista
El citado artículo está firmado por Fernando Vizcaíno Carles, un conocido negacionista de la pandemia quien organizó una sonada protesta antimascarillas en la madrileña plaza de Colón en agosto de 2020, y fue publicado en la web de Diario 16+. Esta cabecera, símbolo de la Transición española, fue comprada por un nuevo grupo mediático en 2015, dando voz en los últimos años a distintas afirmaciones falsas de la vacuna contra la covid-19 (1, 2).
En definitiva, las vacunas contra la covid-19 no han causado un aumento de la tasa de la mortalidad en decenas de países, una afirmación que se basa en un artículo que tergiversa datos y que ha sido refutada por estudios, expertos y organizaciones.
Fuentes:
Alfredo Corell Almuzara, inmunólogo y vicerrector de la Universidad de Valladolid.
Organización Mundial de la Salud (OMS).
Agencia Europea del Medicamento.
Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC).
EMA: Safety of COVID-19 vaccines.
OMS: Fabricación, seguridad y control de calidad de las vacunas.
The New England Journal of Medicine: Safety and Efficacy of the BNT162b2 mRNA Covid-19 Vaccine through 6 Months.
Scielo: Seguridad de las vacunas contra la COVID-19.
Acc Cietna: Eficacia y Eventos Adversos de Vacunas contra el SARS CoV-2, autorizadas en los años 2020 y 2021.
Expansión: Datos de mortalidad.
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