Hay una patente de la NASA, del año 1988, donde [la agencia espacial] recomienda precisamente el dióxido de cloro para el tratamiento de todo tipo de bacterias, e incluso para la conservación de la sangre. Se utiliza también para la potabilización del agua, es totalmente seguro y tiene la suficiente fundamentación científica para poder tratar covid con mucha probabilidad de éxito y sin efectos adversos