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| - Las 17 reflexiones difundidas en el mensaje se atribuyen a un virólogo norteamericano, Robert Ray Redfield, presentado como “Director del Centro de Control y Prevención de Enfermedades de los EE.UU.”, “administrador de la Agencia de Registro de Enfermedades y Substancias Tóxicas” y “Jefe de la Clínica de Enfermedades Infecciosas de la Universidad de Maryland”.
Entre las reflexiones se destacan algunas recomendaciones más concretas. A título de ejemplo: “Usar un barbijo durante períodos prolongados interfiere en los niveles de respiración y oxígeno. Úselo solo en la multitud”; “El virus Covid-19 no está en el aire. Esta es una infección respiratoria por gotículas que requiere contacto cercano”; “La inmunidad se ve muy debilitada al permanecer siempre en un ambiente estéril. Incluso si usted come alimentos que aumentan la inmunidad, salga regularmente de su casa a cualquier parque”.
¿Está confirmada la autenticidad de esta lista de reflexiones o recomendaciones, cuya autoría se atribuye a Redfield?
De hecho, Robert Ray Redfield es el actual Director del Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de los EE.UU. y administrador de la Agencia de Registro de Enfermedades y Substancias Tóxicas en el mismo centro (verificar aquí). Sin embargo, Redfield no ejerce ningún cargo en la Universidad de Maryland. Desde luego, es una imprecisión.
Más significativo es el hecho de que la lista en debate no es de autoría de Redfield. El G1, portal de noticias brasileño que pertenece al Grupo Globo, ya desmintió esa afirmación en su sección “Fato ou Fake“(Hecho o Falso), señalando que las únicas recomendaciones de prevención hechas por el CDC y por Redfield, en lo que se refiere al nuevo coronavirus, son las que están publicadas en la página oficial del CDC.
Según un artículo de verificación de hechos de la plataforma brasileña “Boatos”, esta lista que se difundió en las redes sociales tiene origen en una serie de consejos transmitidos por Faheem Younus, médico especialista en enfermedades infecciosas, en Twitter. El objetivo de Younus, quien sí cuenta con una relación profesional con la Universidad de Maryland, consistía en derribar algunos de los mitos que surgieron en las redes sociales respecto del nuevo coronavirus.
Ahora bien, muchas de las reflexiones de la lista ni siquiera fueron escritas por Younus. Las afirmaciones de que el nuevo coronavirus no puede ser transmitido por el aire, que el uso de barbijo puede ser perjudicial y que debemos salir de casa para fortalecer la inmunidad, además de no ser de autoría de Redfield (ni de Younus), son falsas o engañosas.
Con respecto al barbijo, Polígrafo verificó recientemente una afirmación parecida. Tiago Alfaro, médico neumonólogo, explicó en ese momento que “hay estudios sobre la posibilidad de que haya una reducción del oxígeno o un aumento del CO2“, pero nunca se encontró ninguna relación entre los dos factores. “Lo que se encontró es que, especialmente las máscaras P2, dan algún dolor de cabeza, principalmente cuando utilizamos los anteojos asociados; cuando están apretados o cuando los usamos muchas horas. Lo que se genera es incomodidad, no una reducción de oxígeno y elevación del CO2“, aseguró el neumonólogo.
Con respecto a la afirmación de que el coronavirus no se transmite por el aire, también es falsa o engañosa. De acuerdo con el DGS, el virus se propaga a través de gotículas o secreciones emitidas por personas enfermas al estornudar o toser, o por contacto directo con las secreciones contaminadas (boca, nariz y ojos).
Con relación a las afirmaciones sobre “la inmunidad” que supuestamente “se ve muy debilitada al permanecer siempre en un ambiente estéril” e “incluso si usted come alimentos que aumentan la inmunidad, salga regularmente de su casa a cualquier parque”, Polígrafo también publicó recientemente otro artículo de verificación de hechos en el que se refuta esa afirmación.
António Vaz Carneiro, médico especialista en Medicina Interna, explicó a Polígrafo que “el sistema inmune es estable en la mayor parte de los enfermos, a no ser que la persona tenga alguna enfermedad que lo reduzca. Habitualmente es muy eficaz y no necesitamos estimularlo. Tenemos toda la capacidad en nuestra médula ósea de generar los anticuerpos necesarios para nuestra actividad cotidiana”.
Evaluación del Polígrafo:
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