schema:text
| - ¿Qué verificamos?
La OMS exige la prohibición del consumo de carne y productos lácteos a partir de 2025.
Conclusión
Fuentes de la OMS desmienten que el organismo haya exigido la prohibición del consumo de carne y productos lácteos a partir de 2025.
Es falso que la Organización Mundial de la Salud (OMS) haya exigido la prohibición del consumo de carne y productos lácteos en todo el mundo a partir de 2025 como afirman mensajes en Facebook, X e Instagram. Además, esta institución internacional solo puede recomendar pero no obligar a que los estados miembros sigan sus recomendaciones.
«La Organización Mundial de la Salud (FEM) acaba de subir la apuesta con su agenda globalista ‘Net Zero’ al exigir que se prohíba al público en general el consumo de carne y productos lácteos para 2025 en todo el mundo». Dice unos mensajes que además asocia a la OMS, una institución internacional dependiente de la ONU, con el Foro Económico Mundial (FEM), una organización no gubernamental que celebra una reunión anual en la ciudad suiza de Davos.
En otros se habla de que el secretario general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, habría declarado en un comunicado que «los ciudadanos de todo el mundo deben comenzar el cambio hacia ‘alimentos’ a base de plantas e insectos para ‘salvar al planeta’ del ‘calentamiento global’”. En los mismos se vincula la supuesta prohibición del consumo de carne y productos lácteos con la «agenda globalista Net Zero”, que tiene como objetivo «recortar las emisiones de gases de efecto invernadero hasta dejarlas lo más cerca posible a las emisiones nulas«, según indica la ONU en su página en internet.
La OMS no ha hecho esa exigencia ni tiene competencias para hacerlo
No, la OMS no ha exigido la prohibición de consumir carne y productos lácteos a partir del año 2025. Fuentes de esta institución en Ginebra han negado rotundamente ese extremo a EFE Verifica y lo han definido como «falso».
De hecho la OMS no tiene autoridad para exigir que los diferentes estados miembros prohíban el consumo de carne y productos lácteos. Son precisamente las autoridades nacionales las que deciden sobre las políticas de la institución.
Tanto la legislación como la prestación y organización de la asistencia sanitaria son competencia exclusiva de los Estados nacionales. “La OMS no tiene capacidad real de imponer nada. En la práctica, si un país no asume o no implementa las normas, no pasa nada”, ha explicado a EFE Verifica el presidente de la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (Sespas), Eduardo Satué.
El presidente de Sespas añade que la Organización Mundial de la Salud posee autoridad “moral” en materia sanitaria, pero en ningún caso puede imponer ningún tipo de multa o sanción por el incumplimiento de sus recomendaciones.
Con anterioridad, una investigación realizada por EFE Verifica bajo el título «Los Estados no van a ceder a la OMS sus competencias sanitarias», desmintió una serie de mensajes de contenido similar a los que ahora han aparecido en redes sociales.
Tampoco en una búsqueda avanzada en internet se encontraron entradas sobre la supuesta exigencia de la OMS o si esta institución tiene competencias para obligar a los estados a asumir sus recomendaciones. En la exploración en la red se usaron los términos prohibición (prohibir), OMS, consumo y carne en diferentes combinaciones, sin conseguir ningún resultado que ratifique la afirmación de los mensajes en redes sociales.
El consumo excesivo de carne roja y procesada puede producir cáncer
En un estudio fechado en 2015, el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC), el órgano de la OMS, especializado en esa enfermedad, evaluó la carcinogenicidad del consumo de carne roja y de carne procesada.
En el caso de la carne roja, un Grupo de Trabajo de 22 expertos de 10 países, convocados por el Programa de Monografías del CIIC, clasificó el consumo de carne roja como «probablemente carcinógeno para los humanos (Grupo 2A), basado en evidencia limitada de que ese consumo pueda causar cáncer en los humanos y una fuerte evidencia mecanicista, o apoyo empírico, que respalda su efecto carcinógeno».
Según la OMS, «la carne roja es toda aquella carne muscular de los mamíferos, incluyendo carne de res, ternera, cerdo, cordero, caballo y cabra«. Respecto a la carne procesada se refiere a la «carne que ha sido transformada a través de la salazón, el curado, la fermentación, el ahumado, u otros procesos para mejorar su sabor o su conservación. La mayoría de las carnes procesadas contienen carne de cerdo o carne de res, pero también pueden contener otras carnes rojas, aves, menudencias o subproductos cárnicos tales como la sangre«.
Más rotundo fue el resultado con la carne procesada, que fue calificada como carcinógena para los humanos (Grupo 1), basada en evidencia suficiente en humanos de que el consumo de carne procesada puede causar cáncer colorrectal.
Las recomendaciones de la OMS sobre el consumo de carne roja y procesada y productos lácteos
En julio de 2023 la OMS publicó sus recomendaciones sobre el consumo de carne roja y procesada bajo el título «Red and processed meat in the context of healthand the environment» (La carne roja y procesada en el contexto de la salud y el medio ambiente) que puede ser consultado aquí en inglés.
En el mismo se indica que la carne roja puede ser un elemento importante de una dieta sana, sobre todo en determinadas etapas de la vida, pero que un consumo excesivo se asocia a un mayor riesgo de enfermedades no transmisibles. Razón por la que recomienda que su consumo debe situarse entre 98 y 500 gramos semana para la población adulta.
También se asegura que una reducción del 14% en el consumo de carne roja y procesada en los países de renta media-alta, asociada a un aumento de los alimentos de origen vegetal, podría suponer 65.000 muertes menos.
Además indica que la ganadería intensiva está asociada a un mayor riesgo de resistencia a los antimicrobianos (RAM), y muchas formas de ganadería están asociadas a impactos medioambientales insostenibles, como las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), y el uso de combustibles fósiles.
En cuanto a los productos lácteos, la OMS alerta de que aunque la leche tenga propiedades positivas “un consumo excesivo y demasiado precoz de lácteos de vaca no modificados supone una carga excesiva para el riñón y puede aumentar el riesgo de anemia por el bajo contenido de hierro de la leche y porque causa pérdidas intestinales de sangre”.
Por tanto, no es cierto que la OMS pueda exigir a ningún estado la prohibición del consumo de carne y productos lácteos en todo el mundo a partir del año 2025, como señalan los mensajes colgados en redes sociales. Esta institución no tiene competencias ejecutivas y no puede interferir en la soberanía de ningún estado ni exigirles cumplir políticas concretas. Solo puede hacerles recomendaciones relativas a la salud pública.
Fuentes:
Organización Mundial de la Salud (OMS).
Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC).
Eduardo Satué, presidente de la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (Sespas).
«Los Estados no van a ceder a la OMS sus competencias sanitarias», investigación de EFE Verifica 23 de mayo de 2022.
|