schema:text
| - El mensaje con la noticia que el mundo entero está esperando, llegó hace algunos meses, por mail: “Hola, el Ministerio de Defensa de China anunció que desarrolló ‘con éxito’ una vacuna contra el nuevo coronavirus, que causa la enfermedad Covid-19. Portugal recibirá las primeras dosis en algunos días. Enviamos adjunto para que descarguen el listado enviado por el Gobierno de los locales en donde pueden aplicarse las dosis de la vacuna. Envíe a todos sus contactos este mensaje puede salvar vidas”. En principio, el e-mail está lleno de buenas intenciones, pero no deja de ser extraño, dado que las últimas noticias informan que, realmente, China empezó el primer ensayo clínico para probar una vacuna contra el nuevo coronavirus, y que los EE.UU., Alemania y hasta el Reino Unido están en un camino similar. Sin embargo, todo indica que serán necesarios largos meses hasta que el producto pueda ser utilizado masivamente, con eficacia y sin riesgo de efectos secundarios nocivos.
Los motivos de desconfianza no terminan aquí. En primer lugar, el mensaje está escrito con expresiones en portugués de Brasil, lo que no tiene sentido porque, si fue redactado por una estructura del Estado, el SNS, debería estar escrito en portugués de Portugal. En segundo lugar, los errores de puntuación son evidentes, y eso tampoco es algo habitual en la comunicación oficial del Estado.
Por último, pero no por ello menos importante, es que la búsqueda en Google del remitente del e-mail no presenta ningún resultado con esa dirección; esa es una situación imposible en caso de que se tratara del medio público y privilegiado de contacto entre el SNS y los ciudadanos.
Los motivos de desconfianza no terminan aquí. En primer lugar, el mensaje está escrito con expresiones en portugués de Brasil, lo que no tiene sentido porque, si fue redactado por una estructura del Estado, el SNS, debería estar escrito en portugués de Portugal. En segundo lugar, los errores de puntuación son evidentes, y eso tampoco es algo habitual en la comunicación oficial del Estado.
Por todo esto, es posible concluir que el mensaje es falso y no fue enviado por el SNS. Eso mismo señaló una de las usuarias que recibió el e-mail, y aprovechó para hacer un alerta en Facebook: “Mi marido acaba de recibir este e-mail. Está claro que es un intento de phishing. Ya envié un mensaje a la PSP, pero no sé si es suficiente. De cualquier forma, presten atención”.
Cuando escribe “intento de phishing“, se refiere a la lista de los locales en donde se podrá encontrar la vacuna, lista que adjuntaron al e-mail. De hecho, la maniobra de distracción puede ser una forma que utiliza quien hizo que el mensaje fraudulento pueda violar el celular, la computadora o la casilla de e-mail de quien abre el mensaje y, consecuentemente, apoderarse de datos personales y financieros, lo que en Portugal es un delito.
El sitio de noticias sobre tecnología “Echo Boomer” también publicó un artículo en el que asegura que el e-mail es falso, una conclusión a la que no es difícil llegar, pero que puede pasar desapercibida a los más distraídos o menos ágiles con la tecnología.
Recordamos que toda la información sobre el nuevo coronavirus en Portugal debe ser buscada en la página que creó la Dirección General de la Salud con esa finalidad o en la de organismos de información confiables.
En la escala de evaluación del Polígrafo, este contenido es:
|