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| - ¿QUÉ VERIFICAMOS?
Un estudio publicado en la revista científica Science confirma que la esclerosis múltiple es consecuencia del virus de la mononucleosis o enfermedad del beso.
CONCLUSIÓN
No es cierto. Ese virus, denominado Epstein-Barr, estaba en los enfermos de esclerosis múltiple estudiados, pero padecer la enfermedad depende además de factores genéticos y ambientales.
EFE Madrid |
Haber estado infectada por el virus de Epstein-Barr, que causa la enfermedad del beso o mononucleosis infecciosa, no condena a una persona a padecer esclerosis múltiple, como sugieren algunos titulares de medios de comunicación y afirman mensajes compartidos en redes sociales, porque esta enfermedad degenerativa es resultado de la combinación de varios factores y el virus por sí solo no la provoca.
Tras conocer el resultado de una investigación publicada en la revista científica Science, varios medios de comunicación y perfiles en Twitter, Facebook y TikTok interpretaron las conclusiones del estudio con la afirmación de que la esclerosis múltiple «es consecuencia de la infección por el virus Epstein-Barr«.
Esta interpretación ha generado gran confusión entre internautas que habían pasado la mononucleosis o enfermedad del beso y temían por ello padecer esclerosis múltiple en un futuro.
hace falta una combinación de factores
En realidad, no es que por haber padecido mononucleosis infecciosa una persona vaya a sufrir esclerosis múltiple en algún momento de su vida, sino que el virus de Epstein-Barr (VEB) «puede ser uno de los factores implicados» en el desarrollo de la enfermedad, ha explicado a EFE el coordinador del Grupo de Estudio de Enfermedades Desmielinizantes de Sociedad Española de Neurología (SEN), Miguel Ángel Llaneza.
El estudio publicado hace unos días en la revista Science indica que el VEB «aumenta drásticamente las posibilidades de que un paciente tenga la rara enfermedad» y que, tras la combinación de datos de análisis de sangre regulares de diez millones de soldados estadounidenses, se encontró esta evidencia relacionada con el virus de Epstein-Barr.
Sin embargo, eso no quiere decir que «todo individuo que haya tenido la enfermedad vaya a tener esclerosis múltiple«.
El experto expone que las personas que sufren esclerosis múltiple tienen una predisposición genética, es decir, su material genético les predispone a desarrollar la enfermedad cuando entran en contacto con algunos factores ambientales, «sobre todo durante la infancia o la adolescencia«.
De hecho, además de la infección por VEB, se pueden sumar motivos como niveles bajos de Vitamina D, falta de exposición a la luz solar, sobrepeso, tabaquismo «o incluso exceso de sal«.
Por lo tanto, el virus de Epstein-Barr no es el único factor, ni probablemente por sí solo sea «suficiente» para poner en marcha esta enfermedad.
Además, aunque en el estudio se afirme que el cien por cien de los pacientes con esclerosis múltiple ha estado en contacto con el virus que provoca la mononucleosis infecciosa, «no quiere decir que el 95% de la población que lo haya tenido vaya a desarrollar esclerosis múltiple«, aclara.
Esta argumentación aparece recogida en un comunicado que la SEN publicó el 14 de enero, en el que la Sociedad Española de Neurología subraya que sigue sin estar claro por qué la esclerosis múltiple se manifiesta en algunas personas y en otras no.
¿QUÉ ES LA ESCLEROSIS MÚLTIPLE?
La esclerosis múltiple es una enfermedad crónica autoinmune, inflamatoria y degenerativa del sistema nervioso central,»y es el trastorno neurológico discapacitante no traumático más común en los adultos jóvenes de los países desarrollados«, según indica la SEN en ese comunicado.
Esta dolencia degenerativa se desarrolla debido a una alteración de las células inmunitarias que atacan las vainas de mielina encargadas de aíslar las fibras nerviosas en la médula espinal y el cerebro.
Como consecuencia, se pueden producir síntomas como pérdida de agudeza visual -en caso de que el nervio óptico se vea afectado-, vértigo, mareos, hormigueo, problemas de movilidad y alteraciones en el control de los esfínteres, entre otros.
La Sociedad Española de Neurología indica que, hoy en día, hay «aproximadamente entre dos y tres millones de personas en el mundo» con esta patología y «55.000 de los casos» se encuentran en España.
MÁS COMÚN EN MUJERES QUE EN HOMBRES
Otro dato que subraya el experto es que 3 de cada 4 personas que padecen esclerosis múltiple son mujeres y, habitualmente, puede desarrollarse entre los 20 y los 40 años.
«Se piensa que hay una influencia hormonal y que las hormonas sexuales femeninas pueden jugar un papel importante en el momento de manifestarse la enfermedad«, sostiene. Y también que durante el embarazo «es difícil que la paciente tenga brotes«, mientras que después del parto se produce un cambio en el perfil hormonal que hace que las mujeres los padezcan «con más frecuencia«.
PREVENir LA ENFERMEDAD
El estudio publicado en Science, que llevaron a cabo científicos de Harvard, aporta «una evidencia más sólida sobre algo que ya estaba siendo estudiado desde hace tiempo» y concluye que una infección por VEB «multiplica por 32 el riesgo de esclerosis múltiple«.
A partir de este estudio, los investigadores quieren desarrollar una vacuna frente al VEB y comprobar si ello ayudaría a prevenir la esclerosis múltiple. De hecho, Moderna ya ha iniciado los trabajos para crear una vacuna contra el virus que provoca esa enfermedad del beso.
Por su parte, el investigador Diego Clemente, del Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo, también consultado por EFE, recalca que la asociación del virus de Epstein-Barr con la esclerosis múltiple podría abrir la puerta a la prevención en población de riesgo.
En definitiva, aunque el resultado de ese estudio sea esperanzador para ayudar a prevenir la enfermedad, las investigaciones indican que la esclerosis múltiple se debe a una combinación de factores, no solo al virus de Epstein-Barr. Es decir, que no por haberse infectado con el virus de la mononucleosis una persona va necesariamente a desarrollar esclerosis múltiple en algún momento de su vida.
FUENTES:
Miguel Ángel Llaneza, coordinador del Grupo de Estudio de Enfermedades Desmielinizantes en la Sociedad Española de Neurología (SEN).
Diego Clemente, investigador y director del Laboratorio de Neuroinmuno-Reparación del Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo.
Artículo «Dos décadas de historiales médicos de los soldados implican un virus común en la esclerosis múltiple«, de Jocelyn Kaiser, publicado en la revista científica Science.
Estudio «Longitudinal analysis reveals high prevalence of Epstein-Barr virus associated with multiple sclerosis» publicado en Science por Kjetil Björnevik, Mariana Cortese, Brian C Healy, Jens Kuhle, Michael J. Mina, Yumei, Stephen J. Elledge, David W. Niebuhr, Ana I. Scher, Casandra L. Munger, Alberto Ascherio.
Informaciones de EFE.
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