schema:text
| - ¿Qué verificamos?
Un vídeo muestra al microscopio la sangre coagulada de varias personas vacunadas con Moderna y BioNTech de covid-19 para demostrar que causa ictus e infartos.
Conclusión
No se han registrado casos de ictus o infartos relacionados con las citadas vacunas, cuya seguridad está avalada por las agencias de medicamentos oficiales.
EFE Madrid|
Las vacunas de la covid-19 de Moderna y Pfizer BioNTech no causan enfermedades cerebrovasculares, infartos, ni problemas relacionados con la sangre, como se asegura falsamente en un vídeo difundido en redes sociales, contradiciendo los datos de las agencias de medicamentos oficiales, que avalan la seguridad de estos preparados.
Publicaciones de Facebook y Twitter han difundido un vídeo en el que se comparan supuestas muestras de sangre de personas sin vacunar con otras que habrían recibido los preparados de Moderna y BioNTech, vistas al microscopio.
Según explica una voz grabada sobre unas imágenes con rótulos en francés, para señalar que las personas que han recibido estos fármacos tienen la sangre «acementada» -coagulada hasta formar masas semisólidas de sangre- y que por eso sufren ictus e infartos.
En el vídeo, se asegura que los no «kakunados» tienen los glóbulos rojos «bonitos, redonditos y guapos», mientras que aquellos a los que se les han administrado las vacunas de las farmacéuticas Moderna y Pfizer-BioNTech los tienen «rotos, acementados, por eso están dando infartos, ictus y demás».
«Está clarísimo que las vacunas son un veneno», dice otro internauta, si bien muchos de los comentarios registrados en los hilos de este vídeo viral advierten de que estas afirmaciones son falsas.
Un videomontaje irreal
Las vacunas desarrolladas por las farmacéuticas Moderna y BioNTech —esta última en colaboración con la empresa Pfizer— no han han registrado entre sus efectos adversos ningún aumento de ictus ni enfermedades relacionadas con la sangre, como explican a EFE Verifica la Asociación Española de Vacunología (AEV) y el Consejo General de Farmacéuticos y como acreditan la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) y la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS).
Los estudios de farmacovigilancia de la EMA y la AEMPS, que monitorizan los efectos adversos registrados por las vacunas, no recogen casos de ictus o infartos relacionados con las dos vacunas citadas.
Sobre las afirmaciones concretas del vídeo citado, el presidente de la Asociación Española de Vacunología, Jaime Pérez, asegura que lo expresado en la grabación es «una mentira, con imágenes absolutamente irreales y falsas«, pues «si eso que indican en el vídeo tuviera algún viso de verosimilitud», estaríamos hablando de «una situación totalmente extraordinaria que hubiera producido realmente muchos acontecimientos adversos que no se han registrado». «¡Es todo tan burdo!«, asevera.
Comparten este análisis fuentes del Colegio General de Farmacéuticos, que explican que «la rotura de glóbulos rojos señalada en el vídeo no es causa de ictus». «En cualquier caso, no existe ninguna prueba real de que esta vacuna altere los glóbulos rojos ni la fluidez de la sangre«, añaden.
Los farmacéuticos avisan de que tampoco se acredita en este vídeo la fuente de las imágenes, que sean actuales o que la muestra analizada al microscopio sea de una persona que haya recibido esas vacunas.
En relación a la afirmación del citado vídeo acerca de que el Juzgado de Córdoba está pidiendo gente que tenga sangre «bonita» -sin vacunar-, fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía han confirmado a EFE Verifica que no tienen «ninguna constancia de que ningún juzgado de Córdoba haya hecho tal petición«.
Informes recientes descartan los trombos
«Las vacunas que manejamos hoy en día no tienen registrado ningún aumento de ictus, ni enfermedades cerebrovasculares, ni enfermedades relacionadas con la sangre, ni nada de nada. De hecho, en el último informe de la Agencia Española del Medicamento publicado este mes eso no figura en ningún punto«, subraya el presidente de la Asociación Española de Vacunología, que subraya que se suspendieron «de forma rápida» las vacunas que describieron como efecto adverso extremadamente raro una enfermedad tromboembólica.
El comité de seguridad de la Agencia Europea del Medicamento (EMA) informó en marzo de 2021 de la posibilidad de efectos secundarios «muy raros» de la vacuna Vaxzevria (antes AstraZeneca) por la formación de coágulos sanguíneos inusuales (0,0003 %) con plaquetas sanguíneas bajas en la sangre dentro de las dos semanas posteriores a la vacunación.
El Ministerio de Sanidad suspendió durante la última quincena de marzo de 2021 la administración de esta vacuna hasta que la EMA coordinara la recopilación y análisis de la información sobre estos inusuales casos, y finalmente se concluyó que no se considera que esta vacuna se asocie con un aumento del riesgo global de acontecimientos tromboembólicos en las personas vacunadas.
En lo que respecta a la vacuna de Janssen, el Comité para la Evaluación de Riesgos en Farmacovigilancia Europeo (PRAC) también ha determinado que tras su administración «pueden aparecer, muy raramente, trombosis en combinación con trombopenia, como trombosis de senos venosos cerebrales (TSVC), trombosis de venas esplácnicas y trombosis arterial», según se recoge en la evaluación del riesgo de trombosis de este preparado.
De acuerdo con las conclusiones del PRAC, datadas el 20 de abril de 2021, hasta una semana antes de esa fecha, solo se habían identificado ocho casos después de que siete millones de personas hubieran recibido esa vacuna.
Varios estudios de publicaciones internacionales (Health Desk, International Journal of Molecular Sciences, The Lancet) que confirmaron en 2021 dichos efectos adversos raros que no se han repetido últimamente, advirtieron ya entonces de que las personas no vacunadas contra el virus afrontan riesgos mucho mayores de síntomas graves de una infección que aquellas que han sido vacunadas por completo.
1.700 millones de dosis de vacunas en Europa
La covid-19 es la enfermedad causada por el nuevo coronavirus conocido como SARS-CoV-2, del que la Organización Mundial de la Salud (OMS) tuvo noticia por primera vez el 31 de diciembre de 2019, al ser informada de un grupo de casos de «neumonía vírica» que se habían declarado en Wuhan (China), desde donde se propagó a otros países del mundo hasta que se caracterizó el brote como una pandemia el 11 de marzo de 2020.
En estos dos años se han administrado casi 1.700 millones de dosis de vacunas contra la covid-19 en Europa, con efectos adversos similares en adultos y niños (dolor en el lugar de inyección, fiebre o cansancio en los días posteriores a la administración de la vacuna) y por lo general son leves y, o no requieren de tratamiento o se tratan de manera sintomática (antipiréticos, analgésicos).
Desde marzo de 2020, más de dos millones de personas en la región europea han muerto a causa de la enfermedad.
En conclusión, las vacunas actuales contra la COVID-19 no causan ictus ni infartos, como se asegura en un vídeo viral falso, pues según el último informe de la Agencia Española del Medicamento, no se ha registrado un aumento de estas enfermedades sino casos leves por un aumento del sangrado hemorrágico durante la menstruación.
Fuentes:
Jaime Pérez, presidente de la Asociación Española de Vacunología.
Colegio General de Farmacéuticos.
Tribunal Superior de Justicia de Andalucía.
Agencia Europea de Medicamentos (EMA).
Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS)
Organización Mundial de la Salud.
Health Desk, servicio de información sanitaria para medios de comunicación y verificadores de la organización sin ánimo de lucro Meedan.
The Lancet, revista médica británica.
|