schema:text
| - EFE Madrid |
¿Qué verificamos?
La universidad española de Almería ha encontrado derivados del grafeno en las vacunas de Pfizer contra la covid-19.
Conclusión
Es falso. No hay derivados del grafeno en ninguna vacuna y el documento de un profesor de Almería ni posee valor científico ni es asumido por la universidad.
No es cierto que la Universidad de Almería haya encontrado derivados del grafeno en la vacuna de Pfizer contra la covid-19, como afirman mensajes difundidos en redes sociales que utilizan el análisis de una muestra de origen desconocido publicado en un documento sin valor científico.
En los últimos días ha logrado amplia repercusión a través de distintos canales, entre ellos las redes sociales Facebook, Instagram y Twitter, publicaciones basadas en el documento de un profesor universitario donde se asegura que la Universidad de Almería ha encontrado grafeno al analizar la composición de una vacuna de Pfizer/BioNTech contra la covid-19.
«¡Nos están envenenando!», advierte uno de los mensajes compartidos en redes sobre este supuesto descubrimiento, que en algunas de las publicaciones compartidas explican así: «Ricardo Delgado consiguió una vacuna de Pfizer/BioNTech, la mandó a analizar a una universidad de Almería y encontraron grafeno (carbón puro) tóxico en su interior».
La Universidad de Almería no comparte el resultado
En realidad, no hay grafeno en ninguna de las vacunas contra la covid-19, cuya composición conocen al detalle las instituciones sanitarias encargadas de autorizar la administración de fármacos. El informe es un documento sin rigor científico del que se ha desmarcado la universidad y que fue elaborado por un profesor autor de otra desinformación relacionada con la covid-19.
Aunque los mensajes propagados en redes sociales describen el documento como un «estudio científico» de la Universidad de Almería, esta institución ya ha precisado, en un comunicado publicado en su cuenta oficial de Twitter, que se trata solo de «un informe no oficial de un profesor» que la universidad «ni suscribe ni comparte».
🔹Comunicado de la Universidad de AlmerÃa en relación con las falsas informaciones difundidas en algunas redes sociales y blogs. pic.twitter.com/Rx6ayF35eI
— Universidad de AlmerÃa (@ualmeria) July 2, 2021
https://platform.twitter.com/widgets.js
En su documento, que tampoco ha sido publicado en ninguna revista científica o médica ni ha sido sometido a la revisión por pares propia de los estudios científicos, el propio autor indica que «los resultados y conclusiones de este informe no implican posición institucional alguna de la Universidad de Almería».
El profesor autor del documento, Pablo Campra Madrid, concluye que «el estudio microscópico de la muestra aporta sólidas evidencias de presencia probable de derivados de grafeno», pero no solo admite que no hay una «prueba concluyente» de que sea así, sino que reconoce que los análisis corresponden a «una sola muestra» de la que «se desconoce» su procedencia y su trazabilidad.
Sin conocer el origen real del vial examinado y sin poder llevar a cabo una trazabilidad de la muestra que permita confirmar que no ha sido contaminada antes de llegar al laboratorio no es posible extraer conclusiones con validez científica.
«Una muestra de origen desconocido»
En su comunicado, la universidad deja claro que se trata del análisis «de una muestra de origen desconocido con ausencia total de trazabilidad«. Y el propio Campra precisa que para «extraer conclusiones generalizables» haría falta «un muestreo significativo de viales similares» que registrara «origen, trazabilidad y control de calidad» durante la conservación y el transporte previo.
¿Cómo llegó esa muestra a la Universidad de Almería? el profesor Campra explica en su documento que «D. Ricardo Delgado Martín» solicitó que se llevara a cabo una «detección de grafeno en muestra de suspensión acuosa», tras lo que se recibió «por mensajería» un vial «etiquetado con el texto siguiente: ‘COMIRNATY TM. Sterile concentrate. COVID-19 mRNA. 6 doses after dilution'».
«Comirnaty» es el nombre comercial de la vacuna anticovid desarrollada por Pfizer/BioNTech. Y el profesor Campra, aunque puntualiza en todo momento que desconoce la procedencia y la trazabilidad de la muestra, incluye esa marca en el título de su «estudio observacional en microscopia óptica y electrónica» para la «detección de oxido de grafeno en suspensión acuosa».
¿Y quién es la persona que encargó ese análisis en busca de grafeno? Pues Ricardo Delgado es un conocido antivacunas y negacionista de la covid, que se presenta como experto en bioestadística y promueve el canal de desinformación La Quinta Columna, que fue suspendido por YouTube al incumplir sus normas de difusión de contenidos.
Por su parte, Pablo Campra Madrid -licenciado en Ciencias Biológicas y doctor en Ciencias Químicas- es profesor de la Escuela Politécnica Superior de la Universidad de Almería y había difundido ya desinformación sobre la pandemia al defender el uso del dióxido de cloro para tratar la covid-19, cuando su empleo no es seguro ni eficaz e incluso pone en peligro la salud de los pacientes.
Ninguna vacuna contiene derivados del grafeno
Frente a lo que denuncian los mensajes virales, ni la de Pfizer ni el resto de vacunas anticovid contienen derivados del grafeno, un material de átomos de carbono, obtenido del grafito, que posee unas condiciones extraordinarias de dureza y flexibilidad.
El grafeno es además conductor del calor y la electricidad, lo que ofrece grandes posibilidades de uso en aplicaciones tecnológicas, desde las telecomunicaciones 5G hasta las pantallas y carcasas móviles flexibles. Esta circunstancia fue aprovechada para alimentar teorías conspirativas sobre su inoculación como «antenas» que permitieran geolocalizar y controlar a los vacunados.´
Además de ser físicamente inviable, como ya explicó en su día EFE Verifica, los controles legales y sanitarios garantizan que las vacunas no contengan elementos tóxicos o inadecuados. Sería «absolutamente imposible», subrayaba Amós García Rojas, jefe de Epidemiología de la Dirección General de Salud Pública del Gobierno canario y presidente de la Asociación Española de Vacunología (AEV).
García Rojas destacaba que la composición de todas las vacunas contra la covid-19 autorizadas es pública y se encuentra a disposición de cualquier ciudadano con total transparencia en sus prospectos y fichas técnicas, así como en las guías técnicas de las autoridades sanitarias (en el caso de la UE, las de Pfizer/BioNTech, Moderna, AstraZeneca y Janssen).
«El grafeno no forma parte de ninguna de las vacunas autorizadas hasta la fecha frente a la covid-19 ni de ningún otro medicamento autorizado, incluyendo vacunas frente a otros microorganismos», recalcaba asimismo hace unas semanas Iván Espada, miembro de la Dirección de Servicios Técnicos del Consejo General de Farmacéuticos.
Las farmacéuticas no pueden ocultar datos sobre sus vacunas
Pese a ello, algunos usuarios de redes sociales convencidos de la presencia en las vacunas de elementos tóxicos como el grafeno han esgrimido la confidencialidad que exigen las farmacéuticas sobre la información que pueda tener uso comercial como supuesta prueba de que estos fármacos podrían incluir componentes que no figuraran en sus fichas técnicas.
Comparten así, convencidos de que avala sus tesis, la respuesta de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) a una pregunta formulada a través del Portal de la Transparencia de la Administración General del Estado, pero la contestación reafirma en realidad las garantías de seguridad que ofrece la supervisión de las vacunas autorizadas.
De hecho, la Aemps explica en su respuesta que las farmacéuticas «tienen obligación de presentar un expediente completo en el que no haya nada secreto». Las agencias elaboran entonces un «informe de evaluación motivado» que, según establece el Real Decreto de 2007 sobre autorización de fármacos, será público «previa supresión de cualquier información comercial de carácter confidencial».
Las empresas «exigen confidencialidad» sobre datos de uso comercial porque «sus productos están protegidos por las leyes de propiedad intelectual», pero «que los datos sean confidenciales no quiere decir que las agencias no los conozcan». Y las agencias no autorizan las vacunas si su composición no cumple con todos los requisitos «de protección de la salud de los pacientes».
En resumen, no hay grafeno ni derivados de este material en ninguna vacuna contra la covid-19 y el documento sobre el que se basa esa afirmación no es un informe científico de una universidad, sino el análisis microscópico de una muestra de la que se desconoce su procedencia y su trazabilidad.
Esta verificación ha sido realizada en el marco del proyecto #VacunaCheck que EFE Verifica y el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos han puesto en marcha contra la desinformación sobre las vacunas de la covid-19 con el apoyo de la International Fact-Checking Network y WhatsApp.
Fuentes:
– Comunicado de la Universidad de Almería sobre el informe del profesor Pablo Campra. 2 de julio de 2021.
– «Informe provisional» del profesor Pablo Campra sobre «detección de óxido de grafeno en suspensión acuosa». 28 de junio de 2021.
– Guías Técnicas de las vacunas contra la covid-19. Ministerio de Sanidad.
– Real Decreto 1345/2007, de 11 de octubre, que regula la autorización de medicamentos en España.
– Artículo de EFE Verifica «Ni las vacunas ni las PCR magnetizan con grafeno». 22 de junio de 2021.
– Artículo de EFE Verifica «Las vacunas anticovid no inoculan metales que magnetizan el cuerpo». 1 de junio de 2021.
– Artículo de EFE Verifica «Las falsedades que reparten por la calle con ‘información que te interesa’ para no vacunarte». 22 de febrero de 2021.
|