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El papa autoriza que la Iglesia Católica celebre bodas entre personas del mismo género.
Conclusión
La Santa Sede ha permitido la bendición de parejas homosexuales o en situación «irregular» sin equipararlo al matrimonio entre un hombre y una mujer.
EFE Madrid |
El Vaticano no ha legalizado las bodas católicas entre personas del mismo género, como aseguran mensajes engañosos en redes sociales tras anunciarse que el papa acepta la «posibilidad de bendecir» parejas homosexuales.
«El papa legaliza las bodas entre personas del mismo sexo», afirma un vídeo viral en Instagram que señala que estas uniones no tendrán «el estatus de matrimonio», pero que se podrán oficiar en centros eclesiásticos.
«Serán celebradas en la iglesia al igual que las bodas heterosexuales», añade el autor de la grabación junto a un titular de un medio español que afirma que la Santa Sede «acepta la bendición de parejas homosexuales».
Permite las bendiciones a estas parejas
El papa no ha autorizado que la Iglesia Católica oficie bodas homosexuales, sino que ha accedido a que los sacerdotes puedan bendecir parejas «en situación irregular» o del mismo sexo sin equipararlas al matrimonio y sin que este rito sea similar al de una boda canónica.
Así lo estableció este lunes el Vaticano a través de una Declaración de la Congregación de la Doctrina de la Fe, el organismo que se encarga de la defensa de la ortodoxia católica, sobre la bendición de parejas «irregulares».
El preámbulo del texto establece que «se puede entender la posibilidad de bendecir a las parejas en situaciones irregulares y a las parejas del mismo sexo sin convalidar oficialmente su estatus ni alterar en modo alguno la enseñanza perenne de la Iglesia sobre el Matrimonio».
Esta posibilidad, que sigue la voluntad del papa Francisco, supone un cambio de postura respecto a la que la Congregación publicó en marzo de 2021, dirigida entonces por el español Luis Ladaria Ferrer, y que dijo que la Iglesia católica no podía impartir su bendición a las uniones de personas del mismo género.
Diferencias con el matrimonio
Sin embargo, el Vaticano ha dejado claro que esta bendición en ningún caso se puede equiparar al matrimonio, entendido para la doctrina Católica como «la unión exclusiva, estable e indisoluble entre un varón y una mujer, naturalmente abierta a engendrar hijos». «La doctrina de la Iglesia sobre este punto se mantiene firme», subraya el texto.
De este modo, tacha de «inadmisible» cualquier «rito u oración que puedan crear confusión» con una boda canónica. «No se debe ni promover ni prever un ritual para las bendiciones de parejas en una situación irregular, pero no se debe tampoco impedir o prohibir la cercanía de la Iglesia a cada situación en la que se pida la ayuda de Dios a través de una simple bendición», sentencia la Doctrina de la Fe en la Declaración.
Para evitar cualquier tipo de confusión, el gesto «nunca se realizará al mismo tiempo que los ritos civiles de unión ni tampoco en conexión con ellos». Es decir, un sacerdote no podrá acudir a un juzgado para bendecir a una pareja que se casa, por ejemplo.
Del mismo modo, las parejas no podrán presentar «vestimentas, gestos o palabras propias de un matrimonio».
Por tanto, la bendición a estas parejas puede consistir en una «oración breve» y «espontánea» en la que un cura podrá pedir «paz, salud, espíritu de paciencia, diálogo o ayuda mutua» a sus miembros.
El texto señala además que la bendición se puede producir en contextos distintos a los de una ceremonia matrimonial, como la visita a un santuario, el encuentro con un sacerdote, la oración recitada en un grupo o durante una peregrinación.
«De hecho, mediante estas bendiciones (…) no se pretende legitimar nada, sino solo abrir la propia vida a Dios, pedir su ayuda para vivir mejor e invocar también al Espíritu Santo para que se vivan con mayor fidelidad los valores del Evangelio», subraya la Declaración.
En definitiva, el papa no ha legalizado las bodas homosexuales; la Santa Sede ha permitido la bendición de parejas del mismo género o en situación «irregular», pero este gesto no debe confundirse con una boda canónica, un rito reservado en la Iglesia Católica únicamente a la unión de un «varón y una mujer».
Fuentes:
Declaración de la Congregación de la Doctrina de la Fe.
Informaciones de EFE.
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