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| - ¿QUÉ VERIFICAMOS?
La Agenda 2030 es una maniobra de Estados Unidos para empobrecer al mundo y consolidar su poder frente a China y Rusia.
CONCLUSIÓN
No es ninguna operación de EEUU, sino un plan de acción aprobado en la ONU por 193 países con objetivos y metas para combatir la pobreza y lograr un mundo más sostenible.
EFE| Madrid
La Agenda 2030 no es un «pretexto» impuesto por Estados Unidos para «justificar» el empobrecimiento de la población mundial con el objetivo real de consolidar sus ambiciones de poder frente a las amenazas de China y Rusia, como afirma un vídeo viral en redes sociales, sino un plan aprobado en 2015 por los 193 países miembros de la ONU para garantizar un desarrollo sostenible del planeta y poner fin a la pobreza en todas sus formas y en todo el mundo.
Usuarios de redes sociales han difundido un vídeo en el que un abogado español asegura que la Agenda 2030 es una “justificación» para simular que se quiere “acabar con el hambre en el mundo, el mundo va a ser ecosostenible y toda esa milonga”, cuando, según afirma, limitará y «amputará» la producción mundial, de modo que provocará una mayor pobreza en la población del planeta para que EEUU pueda consolidar su poder frente a China y Rusia.
Algunos comentarios de internautas a esta publicación refuerzan la misma idea: «incluso EEUU necesita el sacrificio de la industria y agricultura de los europeos para mantener su imperio. La Agenda 2030 es el pretexto».
El vídeo, con más de 10.000 “me gusta” y 28.000 reproducciones, muestra una foto del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con la insignia del logo circular de la Agenda 2030 prendido en la solapa, ante la que el youtuber denuncia que el jefe del Ejecutivo español «pasa de todo y recibe pasta con la Agenda 2030», destinada «a los países que van a obedecer» a Estados Unidos.
Un plan de la ONU avalado por 193 países
En realidad, la Agenda 2030 no es una operación de Estados Unidos para consolidar su poder ante la amenaza de Rusia y China ni tampoco una «justificación» de la pobreza en favor de la sostenibilidad, sino un plan con el que los 193 Estados miembros de las Naciones Unidas, entre ellos los tres citados, aspiran a combatir la pobreza y trabajar por un mundo más sostenible.
La Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó el 25 de septiembre de 2015 una resolución para “transformar” el mundo de cara al año 2030 y, para ello, estableció una agenda que contiene un “plan de acción en favor de las personas, el planeta y la prosperidad”.
Dicho plan “también tiene por objeto fortalecer la paz universal dentro de un concepto más amplio de la libertad” y todos los firmantes reconocen “que la erradicación de la pobreza en todas sus formas y dimensiones, incluida la pobreza extrema, es el mayor desafío a que se enfrenta el mundo y constituye un requisito indispensable para el desarrollo sostenible”.
“Este plan será implementado por todos los países y partes interesadas mediante una alianza de colaboración”, sostiene la resolución de las Naciones Unidas que contiene esta Agenda 2030, ratificada por todos los países representados en la Asamblea General de la ONU y en la que se puede leer: «al emprender juntos este viaje, prometemos que nadie se quedará atrás”.
Las 193 naciones se comprometieron a «movilizar los medios necesarios» para llevar a cabo esta agenda mediante una Alianza Mundial para el Desarrollo Sostenible «revitalizada» y basada en un «espíritu de mayor solidaridad mundial», con la «colaboración de todos los países, todas las partes interesadas y todas las personas», añade el preámbulo del documento.
Una ambiciosa agenda con 17 objetivos y 169 metas
La Agenda 2030 contiene 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y 169 metas con los que se pretende retomar los Objetivos de Desarrollo del Milenio y hacer realidad los derechos humanos de todas las personas, por lo que son de carácter integrado e indivisible y conjugan las dimensiones económica, social y ambiental.
Acabar con el hambre y promover una agricultura sostenible, garantizar una vida sana y una educación inclusiva y equitativa, lograr la igualdad de género, garantizar el acceso al agua y a una energía asequible y promover un crecimiento económico inclusivo, el empleo pleno y productivo y el trabajo decente figuran entre los primeros ODS que recoge la resolución de las Naciones Unidas.
Además, los objetivos y metas de la Agenda buscan promover la industrialización inclusiva y sostenible, reducir la desigualdad en los países, que las ciudades sean inclusivas y seguras, garantizar producciones sostenibles, combatir el cambio climático, conservar los recursos marinos, gestionar los bosques de forma sostenible y luchar contra la desertificación y promover sociedades pacíficas.
En su informe de 2022 sobre los ODS, las Naciones Unidas han advertido de que “las expectativas establecidas en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible están en peligro”. Según explica en el prólogo el secretario general de la ONU, António Guterres, “con la pandemia de COVID-19 en su tercer año, la guerra en Ucrania exacerba las crisis alimentaria, energética, humanitaria y de refugiados, todo esto en el marco de una emergencia climática en pleno desarrollo”, lo que genera «efectos destructivos» para el logro de los objetivos.
De acuerdo con las últimas estimaciones, la guerra podría reducir el crecimiento económico mundial en 0,9 puntos porcentuales durante 2022, así como obstaculizar la ayuda al desarrollo para los pobres del mundo, y todo ello empeorará con el cambio climático.
El informe de Naciones Unidas alude al aumento de las olas de calor, las sequías y las inundaciones que afectan a miles de millones de personas en todo el mundo, lo que “contribuye a aumentar la pobreza, el hambre y la inestabilidad”.
«Cambios radicales sin dejar a nadie atrás»
Ante la «gravedad y magnitud» de los retos, el secretario general adjunto de Asuntos Económicos y Sociales de Naciones Unidas, Liu Zhenmin, ha planteado una hoja de ruta “para la supervivencia” con “cambios radicales a una escala nunca vista en la historia de la humanidad”: poner fin a los conflictos armados, adoptar vías de desarrollo bajas en carbono que favorezcan una economía más inclusiva y justa y, en tercer lugar, impulsar una transformación integral de la arquitectura financiera y de la deuda internacional, porque el objetivo es sobrevivir «sin dejar a nadie atrás».
España había alcanzado a principios de 2021 una tasa de cobertura del 60 % respecto al total de indicadores de los ODS del marco global. Y, entre los 17 objetivos, 12 disponían de una cobertura igual o superior al 50 %, según los datos del informe sobre este plan de la ONU elaborado por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Para promover y poner en marcha actividades relacionadas con estos objetivos, la Secretaría de Estado para la Agenda 2030 ha convocado subvenciones por una cuantía máxima de 10 millones de euros.
El plan de la ONU ha sido objeto de numerosas falsedades en redes sociales sobre sus verdaderos objetivos e incluso sobre el nivel de rechazo suscitado en la población. Ese fue el caso, desmontado recientemente por EFE Verifica, de una exhibición de tractores que fue difundida en internet como si se tratara de una protesta de agricultores italianos contra la Agenda.
En conclusión, la Agenda 2030 no es un instrumento de poder de EEUU para consolidar su hegemonía mundial, como denuncia un vídeo viral, sino un plan de la ONU avalado por 193 Estados para avanzar en la erradicación de la pobreza y la consecución de un planeta más sostenible en el horizonte de ese año.
FUENTES:
Resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas por la que se aprueba la Agenda de 2030. 25 de septiembre de 2015.
Informe sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible en 2022 de Naciones Unidas.
Informe del Instituto Nacional de Estadística sobre los indicadores de los Objetivos de Desarrollo Sostenible en España.
Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030.
Informaciones de Efe.
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